Tras finalizar la Eucaristía, los papás y mamás, guiados por los peques, fueron a las clases a recibir la sorpresa que con tanta ilusión habíamos preparado para ellos. Los mayores estaban encantados con el detalle, y los más pequeños felices y orgullosos de que nuestro trabajo gustase tanto.
Una vez repartidas las sorpresas, era la hora del aperitivo. Las mamás del AMPA prepararon todo a la perfección, pinchos de tortilla, quesadas, magdalenas, empanadas... Estaba todo delicioso y... "nos pusimos las botas" mientras reíamos, y jugábamos con nuestros compañeros del cole.
Muchas gracias a todos los asistentes por participar en un día tan señalado. Que todas estas familias sigan con ese espíritu de colaboración, participación, ejemplo y amor.
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