English Afternoon

Y como nosotros no paramos... ayer por la tarde, nuestras clases se convirtieron en clases inglesas. Estábamos muy nerviosos y contentos, porque sabíamos que nos aguardaba una sorpresa... pero cuando vinieron a recogernos 4 beefeaters al patio del colegio nos quedamos boquiabiertos. ¿Quiénes eran estas personas? ¿Hablan en inglés? Ese de ahí se parece a la madre de Naiara....

Todos en fila nos dirigimos hacia nuestro cole, que como por arte de magia estaba todo decorado y con un montón de papás y mamás esperándonos. Todo por y para nosotros.

En la primera sala, nos esperaba Elisabeth una preciosa muñeca hecha a mano que nos iba traduciendo lo que Carlos nos explicaba sobre el Reino Unido. Aprendimos un montón de cosas, como que ¡los ingleses llevan unos graciosísimos sombreos!

Tras finalizar la exposición sobre Inglaterra, nos repartimos en equipos, cada uno custodiado por una mamá. 

Y pudimos observar cómo el cole estaba muy cambiado, las clases no eran clases sino stands:

- En el stand de los colores jugamos a saltar y cantar los colores en inglés y con un arocíris. 

- En el stand de la comida degustamos deliciosas frutas, galletas, quesos y chocolates... ¡¡ Yummy !!

- En el stand de las profesiones jugamos a una especie de oca de las profesiones

- En el stand de los animales toqueteamos juguetes que nos decían las palabras de los animales en inglés, hicimos su mímica y nos regalaron unas preciosas máscaras de frogs, pigs, bears, owls, monkeys...

Cuando todos pasamos por todos los stands y teníamos ya puesto en nuestro cartoncito de registro todos los gomets, nos sentamos a ver un teatro de "puppets": The three little pigs, del que disfrutamos muchísimo viendo a los tres cerditos hablar, construir sus casitas y... las apariciones del lobo que tanto nos hacía gritar y soplar y soplar... Nuestras caritas de alegría y sorpresa lo decían todo. 

También jugueteamos con los números y las vocales en el teatro, con dos canciones chulísimas que ya casi nos sabemos de pe a pa. 

Tras tanta energía bien gastada, teníamos que recuperar fuerzas, y como seguíamos en el Reino Unido, no era la hora del bocata, sino que era la hora del té. Entramos a la clase de Ana que se había convertido en un precioso restaurante magníficamente decorado. En él pudimos degustar riquísmimos zumos, pastas, galletas, bizcochos y té. Estaba todo buenísimo.

Todo esto fue posible gracias al gran esfuerzo que han hecho nuestros papás y mamás por nosotros,  para que pasáramos una tarde tan especial. De verdad, que agradecemos muchísimo vuestra colaboración, que sé que para muchos ha supuesto un gran trabajo. Muchas gracias de nuevo por brindarnos un día a la inglesa en el que tanto peques como adultos hemos disfrutado muchísimo. 

Y es que visto lo visto... ¡¡¡nuestros papis y mamis son los mejores!!!

¡Gracias!