Hoy en clase hemos tratado la importancia del agua. Tras una larga conversación de preguntas, respuestas, conjeturas y experiencias, acompañadas con fotografías desde el ordenador, hemos ido al servicio a realizar un experimento:
Nos hemos lavado las manos: la primera vez, acordándonos de cerrar el grifo, y la segunda, con el grifo abierto durante todo el proceso. Para apreciar mejor las cantidades, debajo del chorro hemos puesto un balde y... nos os podéis imaginar la gran diferencia entre ambos. La cantidad de agua gastada con el grifo abierto ininterrumplidamente es más del doble a la cantidad de agua gastada cerrando el grifo. Nos hemos quedado asombrados comparando un balde y otro. Hemos decidido, que en casa a nosotros no se nos va a desperdiciar ni una gotita, ya que nos acordaremos de cerrar bien el grifo cuando nos lavamos las manos o los dientes.
Con el experimento y la conversación hemos quedado todos de acuerdo en que el agua es un bien que se termina, que necesitamos para vivir y que nosotros, en nuestras pequeñas acciones cotidianas debemos ahorrar y no malgastar este recurso tan importante.
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