Esta mañana hemos ido a la capilla, allí estaba Jesús Rey con su preciosa corona. Hemos ido a estar un ratito con él en esta semana tan especial en la que estamos contentísimos y emocionadísimos porque se acerca su fiesta.
Le hemos llevado globos, cantado unas canciones chulis que nos ha enseñado Isabel y le hemos dejado el dinero que hemos traído para ayudar los niños de Kedougou a través de la Comunidad de las Hijas de Cristo Rey tal y como vimos la semana pasada.
Además, hemos ofrecido 3 presentes: Un espejo (para que al igual que él, nosotros proyectemos un reflejo, el de Jesús); un corazón (para mostrar nuestra bondad y amistad como Jesús y hacia Jesús) y un cofre donde se encerraban los tesoros del Reino, los regalos que nos enseña y nosotros queremos compartir como el perdón, el cuidado, la generosidad...
Ha sido una adoración muy bonita y simbólica en la que todos hemos gritado con fuerza y convicción ¡Viva Cristo Rey!
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